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3. ¿Qué es hacer

comunidad y conexión?

¿Qué es hacer comunidad y conexión?

Por Lic. Jorge Antonio Aguilar Ramírez

Los seres humanos nacemos, vivimos y morimos en comunidad. Ese es uno de los rasgos que nos distingue como especie. Creamos lazos afectivos y solidarios para que los conflictos naturales que se dan en las relaciones humanas se resuelvan de manera adecuada.

“En la comunidad las relaciones entre sus miembros transitan por el afecto, el compromiso emocional, la solidaridad y la amistad, es decir, hay preocupación genuina por el bienestar común, por conseguir que los intereses propios y colectivos se cumplan y sean satisfactorios para la gran mayoría de quienes forman esta o aquella comunidad” (Vera Jiménez y Ávila Guerrero, 2014).



Puedes hacer comunidad en muchos lugares diferentes: con tu familia (es la comunidad más antigua que existe), con tus amigas y amigos, en la escuela, en tu lugar de trabajo, en tu colonia, en tu centro deportivo, en la casa de cultura, en tu municipio o en el parque cercano a tu casa.


Aunque te encontrarás con personas que piensan y reaccionan diferente a los diversos estímulos y eventos de la vida, hay mecanismos que la civilización ha encontrado para unificar intereses y preocupaciones, para que la vida en conjunto sea lo más armónica posible. Es importante conocer y aplicar estos mecanismos, pues son un tipo de “instructivo” que nos permite tener relaciones cordiales, incluso con personas con las que no estamos del todo de acuerdo.







La voluntad de cooperación, de comunicación y diálogo requieren de empatía, que es la capacidad y habilidad de conectarse con las emociones, sentimientos y preocupaciones de las y los demás.

“El sentido de comunidad parte del hecho innegable de que las personas están preocupadas por las personas, que las personas ‘se importan’ más allá de los intereses particulares de cada integrante.” (Vera Jiménez y Ávila Guerrero, 2014).

Una clave para saber que estás haciendo comunidad, o sea, integrándote e integrando a los demás, es tener la certeza de que puedes contar con ellas y ellos “en las buenas y en las malas”, así como los otros también pueden contar contigo.

A continuación, veamos cómo puedes aplicar de manera práctica estas tres “voluntades” y sus componentes:




¿Se te ocurren algunos otros puntos?

Esto es un ejemplo de cómo ver por el bien común de quienes habitan en un espacio colectivo. También podrías hacer, en equipo o solo tú como experimento, decálogos para el hogar, la oficina, tus grupos de amistades, tu club social, tu equipo deportivo, en fin, para todos esos espacios donde exista una comunidad a la que perteneces.

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Hacer comunidad y conexión se trata de cultivar la empatía y el respeto mutuo, construyendo lazos que fortalezcan nuestro entorno compartido y enriquezcan nuestras vidas individuales.

Juntos, podemos crear espacios donde todos nos sintamos valorados, protegidos y parte de algo.