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4. ¿Cuál es el beneficio de tener

propósitos en nuestra vida?

¿Cuál es el beneficio de tener propósitos en nuestra vida?

Por Mtra. Maritza Verónica García Montañez

Tener propósitos es vivir viviendo con una calidad de vida satisfactoria, presentes; gozando de las oportunidades que brinda el existir; aprovechando las características personales que se tienen, explorando las aptitudes o talentos que a veces no sólo no conocemos sino que desaprovechamos; plantearnos una vida propia, entre otras.

Exploremos: Vivir con una calidad de vida satisfactoria alude a obtener y mantener las condiciones de vida dignas para un buen vivir y practicar esta buena vida como tal.

Vivir en el presente nos habla del desapego del pasado, de dejar atrás lo que nos detiene, lo que bloquea el desarrollo objetivo y adecuado; recordar el pasado será sólo con la intención de aprender de las experiencias vividas; vivir en el presente es agradecer el día a día con una conducta adecuada, aprovechando las circunstancias del momento.




Vivir gozando las oportunidades que brinda el existir nos habla de reflexionar acerca de la existencia misma, pues de no hacerlo, dificilmente se tendría gozo, placer, satisfacciones por el esfuerzo o por las labores cumplidas.

Existir brinda la oportunidad de percibir el mundo: disfrutar amaneceres, atardeceres, de los olores, de las sensaciones táctiles, de escuchar música y aprender del sufrimiento y saberlo disminuir o abolir, ya sea en persona o en los demás. Es sentir la satisfacción por el bien logrado y reflexionar sobre la existencia misma.


Vivir en el presente significa aprovechar las características personales que se tienen, explorando tanto las aptitudes como los talentos que a veces no conocemos. Por lo general, crecemos sin explorar nuestras características físicas o intelectuales: la psicomotricidad alta, las habilidades cognitivas superiores, la lógico-matemática, la musical o la espacial; o bien, sin practicar los talentos artísticos, gastronómicos, organizacionales, literarios, lingüísticos, científicos, entre otros.

Cuando se conocen los talentos personales, los propósitos se encaminan a utilizar esas aptitudes con el fin de lograr las metas; esto se convierte en algo agradable y estimulante.



Plantearnos una vida propia es relevante, urgente, digno, propicio, admirable y adecuado. Los propósitos personales y los propósitos de vida nos ayudan a darle valor a la vida y lograrlo porque nos mantienen en acción, al buscar las posibilidades para alcanzar la realización del propósito, como individuos independientes, conscientes y libres. Además, nos permiten ser siendo quien se es. Es decir, sin enajenaciones que nos detengan y que sólo hacen que se copie la vida de otros: que se rija por lo que la televisión dicta o por los anunciantes a quienes les conviene qué se compre; o por los superiores explotadores y abusivos donde se trabaje.



Tener propósitos personales nos habla de vivir conscientemente, de valorar nuestras capacidades y la existencia propia. Ser consciente es darse cuenta de la realidad. Si es una realidad a favor del progreso personal y de los cercanos, tener un propósito favorece la realización personal, la sensación de ser productivo, de estar vivo, de agradecer lo que se es y se tiene, de compartir lo logrado.

Si, por el contrario, se vive en una realidad dolorosa, sufriente y desafortunada, tener propósitos nos impulsa a cambiar esa realidad, o simplemente, se utilizan las oportunidades que se tienen para vivir en plenitud. Un ejemplo de ello son los seres que nacen con capacidades diferentes como aquellos con tetra-amelia (una patología en la que algunas personas carecen de las cuatro extremidades), como Nick Vujicic, quien vive con este síndrome y practica la natación, hace equitación, escribe libros, es orador, conferenciante, director de una organización para personas con discapacidad física llamada Life Without Limits (Una vida sin límites); y, quien además, es licenciado en contabilidad y planeación financiera, a parte de estar casado y tener cuatro hijos.


Tener propósitos de vida nos lleva a vivir con un sentido. Y esto alude a vivir primordialmente feliz. Y ser feliz es vivir en paz consigo mismo, con bienestar, con la satisfacción de haber realizado los propósitos de vida; es decir, ser productivo, lo que se refiere a un modo de relacionarse en todos los campos de la experiencia humana. Y como diría Erich Fromm, no se aparta nunca de la libertad y de la responsabilidad. Es dar una razón de existencia a cada quien.

Tener un sentido de vida y vivir feliz implica ser empático y compasivo, es promover en los demás la necesidad de tener propósitos personales y de vida; es compartir la alegría, el gozo, las oportunidades de vida; es tener interés y comunicación con los demás, lo cual favorece la bondad amorosa. Tener propósitos tanto personales como de vida favorecen la senda del crecimiento y el bienestar personal.

Entre las bondades que nos brinda tener propósitos se encuentra sentirse confiado en quién se es, pues esto detona el conocimiento propio. Es reconocer que un individuo es un ser bio-psico-social-espiritual-político-ecológico-económico; es reconocer las capacidades personales y determinar a partir de ellas el futuro.

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Tener propósitos es beneficiarse de saberse vivo.

Un buen futuro es aquel que prometa vivir sencilla, humildemente de espíritu, pero con la fortaleza y el coraje de saberse merecedor de proyectar con hechos y con conductas adecuadas la felicidad, el bienestar, el progreso, la alegría y la gratitud ante la vida.