Menú

7. ¡Señales de alerta!

¡Señales de alerta!

Por Dra. Benilde García Cabrero

El cerebro es uno de los órganos más importantes que posee el ser humano, pero, igual que el resto del cuerpo, cambia a medida que vamos envejeciendo.

En la medida que envejecemos, nuestro cerebro sufre de manera natural un deterioro cognitivo que afecta de manera progresiva:

  • La velocidad de procesamiento o tiempo de reacción a atención. estímulos externos e internos.
  • La memoria de trabajo, la episódica y la de largo plazo.



El deterioro cognitivo puede deberse a los mismos factores de cambios cerebrales observados en la enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia. También pueden derivarse de no seguir aprendiendo a lo largo de la vida, del trabajo cerebral y del estilo de vida.

Las consecuencias son:

  • Lentificación sensorial.
  • Dificultad para adquirir nuevos aprendizajes.
  • Problemas en la atención alternante, cuando turnamos nuestro foco de atención de manera fluida (atención alternante) o para centrar de manera voluntaria nuestra atención (ejecutiva o focalizada).

Algunos síntomas que pueden experimentarse son:

Síntomas que afectan la salud mental

Estrés. En niveles leves o moderados, el estrés facilita el rendimiento cognitivo adecuado del ser humano, pero cuando existe un deterioro en las operaciones cognitivas, el estrés tiende a elevarse, lo cual impide la formación de memorias explicitas de razonamiento flexible o complejo, y disminuye el rendimiento en pruebas de memoria implícita y actividades que se desarrollaban antes de manera adecuada.




Ansiedad. Al estar asociada a una mayor tasa de progresión en el deterioro cognitivo, puede ocasionar alguna enfermedad degenerativa. A la fecha, no está claro si el no seguir aprendiendo provoca el desarrollo de síntomas de deterioro cognitivo junto con ansiedad, o si más bien ésta es una causa del declive cognitivo. Aún no existe evidencia conclusiva al respecto.




Depresión. Por lo regular se asocia con síntomas emocionales (pérdida del interés, tristeza, desánimo, insomnio e indiferencia), pero también existen otros problemas que intervienen en la depresión, como la pérdida de la capacidad de realizar sus actividades diarias con normalidad, ya sea estudios o trabajo profesional. Asimismo, existen alteraciones en las funciones ejecutivas (planificación, toma de decisiones y memoria de trabajo), pérdida de memoria y dificultad para prestar atención a las personas y actividades a desarrollar.




Califica esta sección:

Atreverse a desarrollar habilidades antes inexploradas o aprender cosas nuevas es vital para nuestra salud cerebral y emocional.

Procrastinar, es decir, postergar decisiones o dejar las cosas para última hora; así como no tener intereses nuevos de aprendizaje puede deteriorar nuestras habilidades cognitivas.